jueves, diciembre 29, 2005

crónicas desde la tierra del pacazo

En la noche, mientras tomábamos ron, nos pusimos nombres de batalla. Yo me llamo Rocko, en honor al gran director porno; Pierre se llama André (en Máncora, cuando alguna chica le pregunte que por qué se llama André, él dirá que le pusieron André por André Breton); Pepe, el Pipas (Pepe Piero, en realidad) y aunque él diga que es el nombre del ganzo del grupo yo le digo que no; finalmente Héctor se va a llamar H (pero en los momentos de mayor excitación y euforia lo llamaríamos por su "verdadero nombre": Hunter Thompson, y es que en Máncora nadie va a saber quien era Hunter Thompson). Luego hemos salido a caminar por la plaza y a ver por la noche el río. Hace calor y mucho sol durante el día en la tierra del pacazo.
Mañana partimos a Talara y luego a Máncora. He traído un montón de trusas amarillas que fabrica y distrbuye mi mamá para vender allá. Imágenes para el recuerdo: los cuatro tomando jugo de coco con una cañita, con el sol de la tarde cayendo encíma nuestro.

miércoles, diciembre 28, 2005

Lo primero que hice al llegar a sullana fue buscar a héctor, el tío de pierre, pero no lo encontré. Entonces fui a la bodega del frente donde unas señoras tomaban desayuno. Era temprano, por la mañana, y había pasado la noche despierto porque un viejo al que por momentos quise matar (más o menos a la altura del desierto de sechura) mientras yo leía American Psycho, él roncaba de una manera espantoza y no me dejaba dormir.
En piura me despedí de él pensando en que matarlo, después de todo, no habría sido muy mala idea. Si no estaba hablando, el viejo, estaba roncando. Y roncaba horrible. Incluso ¡hablaba dormido! Y pronunciaba balbuceos incomprensibles. Cuando bajé me despedí de él seguro de que no lo volvería a ver.
Esperé a que bajaran las maletas. Me di cuenta que llevaba demasiado conmigo cuando vi el maletín plomo chancado. La bolsa con mi champú y bajón liquido asomaban por uno de los bolsillos. Seguro se habían derramado con la presión y había echado todo a perder.
Lo primero que hice al salir del paradero fue tomar un mototaxi hasta el otro paradero, donde tomaría el bus que me llevaría a sullana, y por ende al restaurante del tío de pierre. Donde me encontraría con pierre y con pepe. Lo que vi de piura me pareció igual a lima, solo que más pequeño, en escala. No vi mucho. El bus a sullana no parecía muy seguro ni muy inseguro. De hecho, algunos buses y combis que tomo a diario en lima son más peligrosos.
Lo que vi del camino de piura a sullana fue una carretera recta, a través de un desierto sin sol y con nubes parecidas a las de lima. (No he visto sol en todo el viaje, tampoco hace mucho calor.) Sullana es un pueblo pequeño, también parecido a lima. Hay bodegas, comercio, se respira un aire de cultura chicha, como en todo el país. Cuando salí de aquel lugar donde me compré una gatorade en recompensa a las horas de desidratación en el bus, volví a buscar a héctor. Llamé a la puerta del restaurante y silbé varias veces. Cuando el tipo de la bodega donde tomé desayuno se dio cuenta que estaba buscando a alguien me llamó y me dijo que ahí no vivía nadie. Pregunté por héctor. Ya sabía que nadie vivía ahí, buscaba a héctor. No me dieron razón de él.
Me di cuenta que llevaba demasiado equipaje, en serio, tomando en cuenta que voy a acampar, cuando caminé y caminé sin rumbo fijo en una ciudad sin duda aburrida (nada como Cuzco), sin conocer a nadie. Fue cuando vi un hotel no muy feo en una esquina. Decidí entrar y preguntar. La habitación simple, con televisión, DUCHA y un baño costaba 35 soles. Me pareció un precio justo, razonable, considerando que alejarme del restaurante donde he quedado en encontrarme con héctor, pepe y pierre sería una estupidez.
La habitación era mejor de lo que esperaba. No me dieron ganas de dormir y eso que casi no he dormido en todo el viaje. Prendí la televisión y me puse a ver en TNT una película sobre un negro bailarín de tap en los años 30 que afronta la fama de salir en el cine. No es muy listo, es negro y es analfabeto.
Bueno, sin pensarlo mucho me duché. No se me ha movido el estómago. He salido y he buscado a héctor. Ya me han dado razón de él. Trabaja en ese restaurante, pero todavía no ha ido. Es probable que me haya ido a buscar al paradero de sullana (?) esta mañana. Lo mejor es esperar. Luego he venido y he escrito esto. Son las 10.30am. Cosas de las que ya puedo decir que le sacado provecho a este viaje: el desierto de sechura con los árboles de algarrobo al amanecer.

domingo, diciembre 18, 2005

- Me voy a tirar por la ventana. ¡Son unos frikis nazis!

jueves, diciembre 15, 2005

mataría por una máquina gorjeante

ayer estaba viendo “arrested development” que es otra serie que dan en fox,
en fin, yo me reía mucho encerrado en mi cuarto
porque en aquel capítulo había un malentendido padre-hijo
con el tema de la marihuana, que es un tema en particular que a mí me da mucha risa,
así que yo veía este capítulo y dentro de mí pensaba:
“carajo, mataría por una máquina
gorjeante”
y es que yo mataría por una máquina de la que salieran sonidos extraños
y botara eructos en forma de burbujas y que adentro tuviera una mano ensangrentada pidiendo
perdón. Al final del capítulo, y al final del malentendido, el padre aprendía a escuchar a su hijo
y le decía “puedes confiarme lo que sea” y el chico le respondía “¿como que estoy enamorado de mi prima?”
El final del día me encontró sentado en una academia de inglés pensando
en que cosas que me pasan a mí son cosas que veo en fox,
o que tal vez fox sea más real que mi propia vida, sólo que en clave comedia,
y también pensaba en aquella máquina gorjeante, en el pacazo de marihuana que llevaba conmigo
en lo egoísta que soy a veces, en lo mucho que me gusta mi prima y en lo mucho que le gusto yo a ella,
en las cosas que veo por televisión
y que mataría por una máquina gorjeante
daría lo que fuera por una máquina gorjeante.

MIRA FOX Y SACA EL MANUEL RODRIGUEZ QUE HAY EN TI

viernes, diciembre 09, 2005

La muerte de los patos chinos del Brasil

mi gata meneó el culo en posición de ataque,
meneándolo como en una especie de canción de moda
y se lanzó contra ellos con los dientes y las uñas salidas,
lanzando una especie de chillido eléctrico -ssshiaajhjk o algo así-
los patos chinos del Brasil salieron despavoridos
dando tumbos, saltando en ambas direcciones,
algunos se subieron a mi cama y otros pretendieron volar.
Yo no le presté atención a nada, estaban dando
“Cocoon 2” por televisión y yo estaba seguro de que quería ser
como uno de ésos ancianos
y mantener contacto con unos extraterrestres que son en parte
humanoides dorados,
el caso es que en mi cuarto los patos chinos del Brasil morían
y mi gata les mordía el pescuezo y los arañaba,
mientras ellos agitaban las alas como palomas fofas.

miércoles, diciembre 07, 2005

patos chinos del Brasil

el otro día regresaba de hacer ejercicio cuando fui embestido en mi cuarto por un montón de patos chinos del Brasil. Protestaban por su intempestivo abandono. “No”, les dije, “yo no los he abandonado. Eso nunca”. Pero los patos chinos del Brasil me miraron como si ya lo hubieran visto todo en este mundo. Yo les dije: “Muchachos, tienen que entenderme, últimamente ando como un loco, ya no tengo tiempo ni de pensar en ustedes”. Todo por esta chica que me tiene como un estropajo. “Ustedes saben que lo son todo para mí”, les dije, y luego se los repetí: “lo son todo para mí, como el gato, como esa chica que conocí el año nuevo del 2001 y que seguí hasta que se quedó dormida”. Nunca le hablé pero la recuerdo como una gran chica. “Además, ustedes son lo mejor que alguna vez he inventado”. Y me fui como quien se va a Blockbuster a alquilar la primera y la segunda temporada de nip/tuck.
me sentí como una de las vírgenes suicidas

ayer se hizo tarde demasiado rápido
y yo me la pasé viendo televisión,
era tarde
pero yo ya quería que se haga de noche
para poder ver un capítulo de la segunda temporada de nip/tuck
pues bien, eran todavía las 6pm, creo
y esta serie la dan a eso de las 10pm en Fox.
Así que me puse a hacer algo de zapping
(a mí el zapping nunca me ha gustado,
y odio a la gente que hace zapping mientras yo veo TV.)
estaba haciendo eso
cuando me di cuenta que estaban dando The virgin suicides en AXN,
la opera prima de Sofía Coppola. Pues me quedé viendo esta película
que duró (entre comerciales y entre que iba al baño y hacía otras cosas)
cerca de tres horas. Después de ver la película, ya estaban dando nip/tuck,
y en lugar de ver mi serie favorita me puse a pensar
en lo sólo que estaba
y en las chicas que conozco
y recordé una y otra vez
aquella fiesta al final de la película en donde la gente fue vestida de gala
y todos usaban máscaras antigás de la primera guerra mundial,
y había un aire denso en el ambiente.
Un chico al borde de la piscina tiró su copa diciendo
“Adiós mundo cruel”
antes de tirarse de espaldas al agua.
Luego, cuando alguien intentaba ayudarlo, él solo decía:
“¡Es que no entienden! Soy un adolescente... ¡tengo problemas!...”

jueves, diciembre 01, 2005

(diálogos)

- Tengo la cara roja.
- Seguro es por el sol.
- Seguro.
- Me dejaste plantado.
- Es que no quería levantarme tan temprano.
- Aparte la familia.
- Sí, la familia.
- Tenía toda la resaca...
- Yo también.
- ¿Y ahora?
- Qué.

- ¿Pasó algo?
- ¿Cuándo?
- Anoche.
- A qué te refieres.
- A que si pasó algo.
- Si pasó algo como qué.
- ¿Tiramos?
- No, no tiramos.
- Entonces no debo preocuparme.
- No. Hasta que pase.

- Sabes.
- ¿Qué?
- Cuando me preguntaste eso pensé que te referías a otra cosa.
- ¿A qué?
- Pensé que te referías a si había pasado algo sentimental.
- Es que no sabía si preocuparme o no.

- Anoche fue muy loco.
- Sí, muy loco.
- Mucho vino, mucha cerveza.
- Estábamos en la calle.
- Sí.
- Al final vino un tipo y nos dijo que si nos podíamos largar.
- Horror, horror.
- Ajá.
- ¿Y luego?
- Luego nada. Te llevé a tu casa. Estabas hermosa. Te juro que lo único que querías era ir conmigo a un telo.
- Sí, era lo único que quería.
- Pero al día siguiente me plantaste.
- Es que no pude. Me levanté tarde y la resaca.
- Yo ni siquiera pude dormir.

- ¿En qué momento se perdió la cordura?
- Fue entre la presentación de aquel libro y el bar.
- ¿En qué momento empezó todo esto?
- ¿Te refieres a lo de anoche o a lo de hace seis meses?
- ¿Te acuerdas cuántas veces me dijiste que me querías?
- No las conté, pero puedo asegurar que fueron más de mil.
- Entonces, por qué nos angustiamos.
- Tal vez porque no nos amamos.

- ¿En qué momento nos besamos?
- La primera vez que nos besamos fue en un paradero después de clases.
- Me refiero a anoche.
- Fue sentados en la mesa de aquel bar.
- ¿En qué momento empiezas a tener los recuerdos borrosos?
- Cuando nos escondimos debajo de aquellas escaleras, junto a aquel centro comercial abandonado. Un perro ladraba.
- ¿Te gustó lo que pasó anoche?
- Sí.
- ¿Quién nos garantiza que no volverá a pasar?

- Es que no debemos andar jugando así.
- Sí, ya nos lo arruinaron una vez y nos lo volverán a arruinar si no hacemos lo que ellos quieren.
- Piénsalo bien, en realidad no nos amamos.
- No pues.
- Creo que yo nunca he amado a nadie.
- La otra vez alguien vino y empezó a hablar puras mentiras sobre mi ex.
- Ah sí.
- Sí, eran puras mentiras. Decía que ella salía ahora con un chico de la facultad y que se lo hacían por el culo.
- ¿Eso te dijeron?
- Sí, y luego me preguntó si eso me jodía. Como le dije que no, el tipo siguió.
- ¿Y qué te dijo?
- Cojudeces. Me dijo que ella se dejaba fotografiar mientras se la metían y que el tipo le orinaba en la cara.
- No jodas.
- Eso me dijo el hijo de puta.
- ¿Y tú qué le dijiste?
- Que no me importaba porque yo nunca había amado a nadie.
- Bien hecho.
- Ahora ya ni siquiera tiendo mi cama, duermo entre ropa sucia.
- Yo tampoco he amado a nadie.

- Fui a la casa de mi amigo y me dijo que olía a tristeza.
- ¿Por qué?
- Dice que porque estaba escuchando We all together...
- No creo que sea un buen motivo para decir eso.
- Tal vez es cierto, tal vez sí huelo a tristeza.
- No digas eso.
- Tal vez es cierto.
- Ya empieza el verano, desde aquí se pueden ver las estrellas.
- A veces pienso que todo lo que hago está mal, en general.

- ¿Sabes qué estaba haciendo?
- ¿Qué?
- Estaba en la farmacia comprando condones, en Miraflores, cuando me llegó tu mensaje.
- Pucha, mal momento para cancelarte.
- Sí, mal momento.
- Ya no nos queremos.
- Sí, ya no nos queremos.

- Algo va a quedar adentro tuyo siempre.
- No.
Despertar 1

Despertar. Continuar con el sueño en el que todo está bien o todo está mal. Sentir el vacío que te obliga a separarte de la sábana contra tu propia voluntad. Orinar. Mirarte en el espejo. Sol amarillo. Te cae en la cara formando rectángulos. Te acuerdas que es verano. Te vuelves a acostar. No piensas en nada. Tienes un sabor agrio en el paladar. Te acuestas. Continuar acostado. Levantarte. Combatir el dolor la cabeza. El sol sigue penetrando la habitación a través de las cortinas mal cerradas. Sentir el intestino repleto. Caminar hasta el baño descalzo. Sentir las losetas frías. Quitarte el pantalón. Sentarte en el inodoro. Defecar. Pensar en ella. Aburrido. Aunque no pensar en ella sería más aburrido todavía. Sería como dejar de hacer algo que sabes que está mal pero que hacerlo te hace sentir más honesto contigo mismo. Pensar en ella es algo tuyo y aunque no lo quieras, pensar en ella te hace sentir bien. El problema es que es tan aburrido. Te limpias y te pones de pie. Frente al espejo tienes la cara hinchada. Por las ventanas de tu baño puedes ver el cielo azul y los árboles. Te hurgas una oreja y descubres cerilla y arena de hace más de cinco días. Decides meterte a la ducha. Durante la ducha te sientes mejor que otros días. Por la ventana todavía se ve el cielo azul. Es mediodía. Cuando sientes el primer chorro de agua helada, lanzas un gripo, y pasan segundos hasta que te has acostumbrado. La lucidez regresa. Pasas el jabón varias veces por todo tu cuerpo. Ahora sales a buscarla. Es verano, y en la calle las cosas parecen brillar, los automóviles son esferas brillantes que van de un lado a otro a toda velocidad. Tú sales cargado de voluntad, pero a la mitad del camino algo hace que te acuerdes de algo y tienes que estacionarte junto a esa banca y esperar. Flasback. Es diciembre y está por acabar el colegio. Nunca tuviste valor para sacar a bailar a la chica que, según tú, es la chica más bonita de la promo. Ahora ella se sienta frente a ti y es la chica más bonita no solo de la promo, sino del mundo entero, y piensas que tal vez puede ser que ella esté esperando que tú seas quien la saque a bailar, porque ella todavía no tiene pareja con quien ir a la fiesta de graduación, y tú piensas que tal vez, puede ser, ella esté esperando que seas tú quien la invite a bailar. Pero eso no sucede, por supuesto. Y a la chica más bonita de la promo no la volviste a ver hasta aquel día, en segundo ciclo, cuando te la encontraste camino a tu casa, en aquel bus, y ella ya no era sólo la chica más bonita de la promo sino del mundo entero.